jueves, 6 de agosto de 2009

Mi crisiS

Él no era como la prensa lo describe, no cuando lo conocí. Tenía treinta y dos años y era guapo, se preocupaba de mi bienestar y siempre me dijo que me amaba. Creo que de verdad lo amé, lo supe amar, lo amé tanto tanto que lo tuve que dejar. El LUN está mintiendo o él realmente cambió en estos cinco años para convertirse en un infeliz?. Cómo puede la gente cambiar en apenas cinco años? La Estrella parece que también miente, o es que no acabo de convenserme de todo lo que sobre él leí. Dónde quedó aquel tipo amoroso y encantador que me obligaba a usar chaqueta después del trabajo, que me arropaba, que me cantaba, que me pedía que jamás lo dejara? Dónde quedó el tipo espectacular que se rasuraba la barba por mi, que dejó de odiar el café por mi, el que me despertaba por las mañanas y me iba a dejar al trabajo? Dónde está él, el tipo del que quizás me enamoré... porque no lo reconozco etre las letras que le escriben, no lo reconozco en este momento en que veo la tele y aparece mil veces. Qué te impulsó a hacerlo? Sólo tengo que mirar tu foto fijamente para recordar todos aquellos bellos momentos y para odiarte, y para desear que estés muerto. Primera vez en la vida que tengo mis sentimientos tan extrañamente enmarañados entre dos seres que habitan en ti: Uno, el encantador que acabé amando; El otro, el infeliz, el desgraciado, el animal que no merece perdón de Dios.
Cuando pase todo esto y los medios ya te dejen un poco en paz, iré a visitarte, iré a recordarte todas las bellas cosas que nos unieron, todos nuestros hermosos momentos, nos reiremos de tus estúpidos chistes machistas y las irónicas burlas homofóbicas sólo por hacerte algo de compañía. Guardaré mi repulsión a todo lo que hiciste, guardaré silencio y reprimiré todos los reproches, todos los comentarios, todo lo que hace que te odie tan profundamente, porque tu estabas ahí cuando te necesité y nadie más quiso ayudarme... es hora de que io esté ahí, a las puerta de tu infierno, mirandote, viendo como todo es sufrimiento y dolor. Haré el mayor de mis esfuerzos por ti, me esforzaré para no desearte la muerte, para no agredirte, para no hacerte más daño del que seguramente te has de estar haciendo tu... porque estoy segura que aún hay algo de el que io conocí en ti... del que io quizás amé... del que io ia no reconozco más.

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