viernes, 14 de junio de 2013

El gomero que se secó

Mi madre tenía una abuela paterna que falleció cuando yo tenía siete meses de nacida... ella tenía una pareja después de quedar viuda... hace un mes y medio que se nos fué pal patio de los callaos y aún no sé cómo la vida se le apagó tan rápidamente. Un día despertó, cuando sólo faltaban once semanas para cumplir sus 93 años... almorzó... se quedó sentado mirando por la ventana, y 28 horas después, dejó de respirar. Se quedó en su cama 12 horas, hasta que llegó la gente de la funeraria y lo metieran a lo que sería su último lugar... un cajón de madera, de un metro ochenta de largo y medio metro de ancho. Dos días y medio después, estabamos dejandolo en el cementerio número tres de Playa Ancha... Tengo la certeza de que en medio de lo que cuenta el relato sucedieron hartas más cosas... cosas que no recuerdo o que no valen la pena de mencionar... Adioses don Perro Peña... adioses...

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