A mi diva...

Niña de mis pensamientos y de mi dolor
me has dejado casi sin vida, te has llevado mi corazón
le diste sentido a la vida de quienes te amaron
y sin saber cómo pasó, los dejaste ilusionados.

Querida mía, pensé que jamás volvería a verte
y ahora, que te tuve acá, no dejo de pensarte
cuando por las mañanas miro el sol radiante
te recuerdo con tristeza y con este frío reinante

Y este es tu día, el día de hoy. el de mañana y el de siempre
y mis pensamientos son divinos desde que te marchaste
no pude seguir con las emociones ardiendo en mi pecho
no pude seguir desde que te fuiste de mi lecho

Dónde olvidaste a esta estúpida mujer?
cómo marchitaste las flores del ayer?
Ya no recuerdas las palabra que me sanaba
ya no regresas desde el fondo de las aguas




Para quién me perdió en las aguas del olvido y para quién no existe perdón... para una princesa de maldades paganas, entre copas rotas de vino tinto y de sangre derramada sobre espejos que escriben su nombre buscando la manera de traer su reflejo a él... al lugar que pertece... al lugar del cual nunca debió partir... Te extraño más aún cuando sé que no podrás venir, cuando sé que el tiempo pasa y los errores quedan, cuando ya no deshojo margaritas y cuando ya no hay ganas de seguir