lunes, 12 de octubre de 2009

Catastro sin fé

Dentro de mi habitación hay una suerte de manto que lo cubre todo de una espesa tristeza y melancolía y dado a que las cosas en casa son un tanto insoportables en ocaciones, me he visto obligada de cubrirme con dichoso manto... Ante la motivación tan peculiar a la que estoy expuesta es que me he visto impulsada más que inspirada a escribir cosas que un cierto dejo de nostalgia entre tonos sepia y gris.

Mi habitación no es muy grande... y algunos otros podrían agregar que es más infantil de lo que jamás imaginaron... y tienen razón... pero es que es eso mismo que me invita a escribir con violencia y groserías (cosas que por ética dejé de exponer por aquí)... y claro, ustéd dirá "pero es que esta niña es una emo?" y io les respondo que no, para nada... le sorprendería ver lo rosa que es mi vida, pero ya se sabe que la mariposa no es más que unaoruga en su interior.

Alguna vez alguien que prefiero a estas alturas no haber conocido jamás, me dijo que la ecuación de la comedia, no era más que drama + tiempo... así que supongo mejor me espero a que el tiempo pase y si el muy cretino tenía razón, acabaré riendo de todo esto que sucede sin yo poder hacer nada al respecto.

Creo que perdí la capacidad de apasionarme por lo que tengo, por lo que hago, por lo que escribo, por lo que escucho, incluso, ya no me apasiono siquiera con los que sueño o sueñas conmigo... lo siento, pero así se tornó de un momento a otro mi mundo... mi vida dejó de apasionarme.

Así están las cosas hoy por hoy... una extraña forma de ver, de pensar y de sentir en mi vida actual... mi refugio ya no es tal y el corazón ya dejó de llorar.. La decadencia es inexorable y a diario me hundo un poco más en la miserable vida que me ha tocado vivir.

La única manera de darle un giro a esta situación es cambiar el punto de vista tan patético con el cual lo contemplo todo, disfrutar mi desgracia y llenarme de esos viejos recuerdos en los cuales no estaría nada mal vivir.

Es todo cosa de voluntad... valuntad que también perdí...

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